Importancia de la Presión de los Neumáticos

En muchas ocasiones vemos personas inflando sus neumáticos en las estaciones de servicio, y nos preguntamos si es hora de calibrar los nuestros sin darle mucha importancia. La verdad es que mantener una presión adecuada en nuestras llantas es una cuestión bastante importante. Lea este artículo para aprender sobre el tema.

Si hablamos del mantenimiento del vehículo, una presión adecuada de nuestros neumáticos es indispensable. A continuación vemos las ventajas de mantener una adecuada calibración de los neumáticos:

• Reducción en el consumo de combustible.
• Aumento en la vida útil de las llantas.
• Aumento en el rendimiento y respuesta del vehículo.
• Mayor sensación de confort.
• Menor fatiga de los rodamientos.
• Menor desgaste de la suspensión.
• Menor desgaste de la transmisión.
• El no mantener las ruedas bien calibradas, o utilizar tamaños diferentes, puede causar problemas mayores. Si salimos a carretera en estas condiciones, la rueda más pequeña, o con la menor presión, puede sufrir daños irreparables por el exceso de carga y de presión. Si por el otro lado la presión es demasiado alta, se producirá un desgaste excesivo en la parte central de la rueda.

En cuanto a la transmisión, se ve afectada por dos motivos. Primero, el auto debe esforzase más para moverse, lo que repercute en su vida útil. Por otro lado, el diferencial debe esforzarse para igualar la velocidad de las ruedas de distintos tamaños, lo que genera un estrés innecesario del sistema. El aceite de la transmisión puede llegar al punto de recalentamiento y causar daños irreparables al sistema.

Pero los problemas que mencionamos anteriormente no son los más graves. Debemos recordar que las ruedas son las únicas partes del automóvil que se encuentran en contacto con el suelo, así que son las responsables del agarre en las curvas y en las frenadas. Una presión dispareja de los neumáticos puede causar efectos inesperados en una frenada fuerte, así como en un giro brusco.

Mantener una buena calibración, sin embargo, es muy económico y fácil. Puede hacerlo usted mismo con la ayuda de un compresor de aire, y con un calibrador de presión. Revise el manual de su vehículo y siga las recomendaciones del fabricante.